Ya hace unos tres años que Bebi fue derrotado por Gokú y la Tierra está viviendo un periodo de paz. Hay una cena de reunión en casa de nuestro héroe y todos han llegado sin mayores contratiempos. Bueno, todavía falta uno, Trunks; al cual están esperando desde hace bastante rato. Alguien llama a la puerta y en efecto, es Trunks; pero ante la sorpresa de todos el saiya-jin está muy malherido y se desploma no sin antes mencionar un nombre: "N°17". Y para completar, se dan cuenta que en el cielo hay una gran cantidad de extraños nubarrones que forman una especie de remolino gigante que envuelve todo el firmamento; y de él están saliendo todos los enemigos eliminados por Gokú y los demás a lo largo de la historia (sí; desde el general Blue hasta el general Rildo). Nadie entiende lo que está sucediendo; ya que la cosa parece estar fuera de este mundo... Y efectivamente, la causa de estas situaciones es la misma y proviene del más allá; ya que los causantes son dos de los mentes más perversas que el universo ha conocido: el Dr Maki Gero y el Dr Myu. Ambos villanos han hurgido un plan para poder acabar con Gokú y conquistar el universo; el cual consiste en crear a la máxima máquina de destrucción utilizando el poder oculto del androide N°17. Lo que sucede es que cuando Gero creó y despertó a N°17, debido a una falla nunca pudo aprovechar el verdadero poder de dicho androide, que supuestamente es grandísimo y que se ha mantenido inutilizado desde ese tiempo. Es por ello que junto con Myu creó en el infierno un nuevo N°17, cuyo objetivo final es fusionarse con el androide de la Tierra y así formar a Super N°17, el más poderoso robot jamás existente. Pero para hacerlo primero tenían que hacer un portal que comunicar el infierno con la Tierra y así poder volver al mundo de los vivos; y lo lograron primero controlando al N°17 original y utlizando su nuevo y poderoso ki maligno.

Mientras tanto Trunks ha despertado; y les revela a todos que N°17 fue quien lo atacó por sorpresa. Pero el ataque no fue fortuito ya que tenía como objeto darle como un recado a Gokú: que utilizando el remolino que conectaba el otro mundo con la Tierra, fuera al infierno a enfrentarlos. Gokú acepta ir, pero todo es una trampa montada por Gero y Myu cuyo objetivo era dejar encerrado a Gokú en el infierno mientras ellos "hacían y deshacían" en la Tierra, evitando así que el saiya-jin pudiera  impedir sus planes; el montaje salió perfecto y los malvados científicos quedaron totalmente libres para realizar la fusión sin la intromisión de Gokú, atrapado en el más allá. En la Tierra Ub, Goten, Trunks y Gohan han derrotado a todos los enemigos del infierno que habían atravesado el portal; y deciden ir en colaboración con Vegeta, que está sosteniendo una dura pelea con N°17 del infierno. Pero en eso aparece el N°17 original; y ante la felicidad de Myu y Gero, se fusiona con su clon formando al poderoso Super N°17. El poder de éste es asombroso y nadie puede hacerle frente. Y cuando todo parecía perdido aparece el de siempre; sí, Gokú; quien logró salir del infierno gracias a que Picoro desde el más allá y Kami-Sama desde la Tierra formaron un portal similar al que habían hecho los dos N°17 (aunque la cosa no fue tan fácil porque antes de ello Gokú tuvo que derrotar nada más y nada menos que ¡a Cell y Freezer! en una poco ortodoxa y graciosa pelea). El saiya-jin se dispone a enfrentarse al super androide; que por cierto, ha matado a sus dos creadores (es que N°17 siempre se ha caracterizado por su obediencia...). La batalla es muy pareja; pero de todas maneras Super N°17 pareciera tener una luz de ventaja, dejando a Gokú bastante herido. Y el androide hubiera ganado sino es por la intervención de N°18, que sacrificándose permitió que Gokú acumulara energía y realizara una de sus mejores (aunque poco usadas) técnicas: el ataque del dragón; con el que pudo destruir a Super N°17.

Pero N°18 no es la única que ha caído en la batalla; son muchos los humanos que murieron por causa de los N°17 y los otros enemigos que llegaron del inferno, entre los que se incluye a su esposo Krilin; quien también fue asesinado a manos del androide. Es por ello que para revivir a sus amigos y de paso a todos los demás, han reunido las esferas del dragón; las cuales tienen unas extrañas e inexplicables fisuras. Aún así no le dan mayor importancia al asunto e invocan a Shen Long. Y con gran sorpresa se dan cuenta que en vez del simpático y bondadoso dragón que conocemos desde siempre, aparece un gigantesco dragón negro cargado de energía maligna; éste engulle las siete esferas y advirtiendo lacónicamente que su objetivo es conquistar el planeta, se divide en siete dragones (uno para cada esfera; yo y mis aclaraciones...) que se dispersan inmediatamente; sin que nuestros amigos, completamente perplejos, puedan impedirlo. Pero antes de continuar, expliquemos por qué de las esferas han aparecido estos siete Dragones Negros. Lo que sucede es que cada vez que un deseo es pedido a Shen Long, las esferas desprenden energía positiva; cuya pérdida es compensada por energía negativa que se ha ido acumulando deseo tras deseo durante años y años; hasta que lamentablmente las esferas acabaron por corromperse totalmente, generando así estos siete monstruos malignos. Por lo tanto, la única manera de recuperar el control de la situación es vencer a los dragones y así recuperar las esferas. Nada fácil pero quien más sino Gokú se ofrece a hacerlo. Una nueva y definitiva búsqueda de esferas ha comenzado.

Rápidamente el primer dragón es encontrado, el cual es el de dos estrellas. Gokú y Pan (quien se ha aparecido sin invitación y se le adherido en la búsqueda a su abuelo) se le enfrentan; mas dicho dragón no parece ser muy fuerte que digamos y los saiya-jin están dominando fácilmente la pelea. Sin embargo no lo acaban de primera (sí, lo de siempre; jugar con el enemigo); y el monstruo saca provecho de la situación y logra lanzarlos a ambos a un asqueroso lago contaminado por él (ya que su objetivo es volver a todo el planeta un chiquero). Pero Giru consigue salvarlos al llevarlos a agua limpia; y finalmente y utlizando este mismo recurso logran acabar con el dragón, recuperando así la esfera (la cual una vez derrotado el monstruo, ha vuelto a la normalidad). La búsqueda continúa y el siguiente en ser hallado es el Dragón de cinco estrellas; el cual es mucho más poderoso que su predecesor y con sus poderosos ataques eléctricos consigue poner en aprietos a los dos saiya-jin, dejandolos casi fuera de combate (ni Gokú en estado Super Saiya-jin 4 pudo hacerle mayor daño; ya que la electricidad se lo impedía). Pero para suerte de ambos, el monstruo recibe una dosis de su propia medicina y termina siendo electrocutado por una tomenta lluviosa, con lo que recobran la esfera; y sin perder más tiempo, se disponen a buscar la siguiente.

El tercer dragón (el de seis estrellas) se encuentra en un pueblo costero; y aunque al principio tenía la apariencia de una diosa después reveló su verdadera identidad, que no era muy agradable que digamos (por cierto, éste dragón surgió a partir de uno de los deseos más graciosos y divertidos de toda Dragon Ball; el primero, el de las pantis de Uulong; lo que por cierto hace apenar bastante al pobre monstruo...). La pelea es igualmente pareja y tanto el Dragón de seis estrellas como Gokú muestran sus mejores poderes; pero los ataques eólicos del monstruo terminan siendo vencidos por un doble Kame-Hame-Ha impulsado por Gokú y Pan; el cual acaba con el malvado, dejando libre la esfera. Sin embargo las cosas se siguen complicando aún más ya que el cuarto dragón, el de siete estrellas, radica su poder en su capacidad de controlar el cuerpo de cualquier ser vivo; y está destruyendo completamente a una ciudad. Los saiya-jin van a enfrentarlo; pero cuando Gokú pareciera estar a punto de derrotarlo (después de expulsarlo del cuerpo de un topo), es cuando el muy maldito logra controlar a Pan, por lo que Gokú no puede utilizar toda su fuerza debido al riesgo de lastimar a su nieta; lo que es aprovechado por el monstruo para tomar la ventaja en la batalla. Mas su suerte no dura mucho porque Gokú logra sacarlo del organismo de su nieta y lo destruye sin mayores problemas (ya que sin tener a quien controlar, su poder es ínfimo); revelando así la esfera de siete estrellas.

Pan ha quedado inconsciente después del enfrentamiento y Gokú prefiere hacer una pausa en la búsqueda y se dispone a cuidarla; pero ésto no dura mucho ya que para su sorpresa, es el Dragón de cuatro estrellas quien ha venido directamente a su encuentro y éste monstruo parece estar muy por encima del nivel de los anteriores dragones. Gokú al principio pareciera no querer enfrentarlo y huye entre los escombros del lugar; sin embargo lo que hace verdaderamente es recargar energías y al fin se dispone a luchar con el nuevo dragón, que también está impaciente por derrotar al enemigo que está acabando con los otros dragones, de una vez por todas. La batalla es bastante equilibrada y ambos rivales muestran su verdadero poder: el Dragon de cuatro estrellas con su capacidad de controlar el calor a su antojo (incluso dice que su cuerpo está a la temperatura del sol), y Gokú transformado en Super Saiya-jin 4. Pero después de varios tomas y dames, el balance se está inclinando hacia el saiya-jin, quien pareciera poder acabar con el enemigo; sin embargo en ese momento aparece el Dragón de tres estrellas, que es el hermano mayor del de cuatro estrellas; aunque a diferencia de éste, su fuerza está en el hielo. El Dragón de tres estrellas casi que obliga a su hermano que desista de la lucha, ya que le asegura que con su forma legal de pelear nunca acabará con el saiya-jin; por lo que decide reemplazarlo y ataca a Gokú. Pero a pesar de la apariencia inical, éste dragón no parece ser más fuerte que el Dragón de cuatro estrellas, por lo que se debe valer de una serie de artimañas y trampas (como amenazar con acabar con Pan, que está indefensa). No obstante Gokú logra superar todos los obstáculos y lo destruye por completo; quedando así con la esfera (la quinta ya). Sin embargo la batalla no ha terminado; el Dragón de cuatro estrellas está presto ha reiniciar su pelea con Gokú, interrumpida por la no muy afortunida intervención de su hermano. Pero en esos momentos un extraño y gigantesco ki ha llegado al lugar; Gokú está asombrado ya que ninguno de sus enemigos anteriores tiene una fuerza tan aterradora; es el Dragón de una estrella; el mayor y más fuerte de todos. Éste entra sin mayores rodeos, y de buenas a primeras ataca con un poderoso rayo de energía a Gokú; que fácilmente lo hubiera aniquilado sino es porque ¡el Dragón de cuatro estrellas se ha interpuesto! Éste se había dado cuantas de las buenas intenciones del saiya-jin y había decidido aliarse con él; pero lamentablemente el ataque es mortal y el buen dragón muere; no sin antes dejarle la esfera a Gokú. Éste lamenta la muerte del Dragón de cuatro estrellas pero está feliz porque la última batalla, la batalla final va a comenzar: el dragón y el saiya-jin más poderosos frente a frente en un combate por el destino del planeta y el universo.

Gokú, en estado Super Saiya-jin 4, ataca con todas sus fuerzas. Pero el Dragón de una estrella parece no tener límites y lo esquiva con una fácilidad bárbara, comienzando a atacar brutalmente. Pan quiere ayudarle a su abuelito; pero ¿si Gokú no puede, como va a poder ayudar ella? y termina siendo fuertemente golpeada. El saiya-jin hace sus mejores técnicas, incluído un Kame-Hame-Ha 10, pero esto sigue siendo pan comido para el monstruo. Entonces éste comienza una poderosa escalada que cada vez deja más y más diezmado a Gokú; quien después de tantas batallas seguidas, una detrás de otra, no tiene más energía por ofrecer. Y cuando parecía que iba a ser rematado, un poderoso ataque impide que el monstruo lo haga; es Trunks, quien ha llegado al sitio de la pelea junto con Gohan, Goten y Ub; ellos han decidido ir en colaboración con Gokú al sentir el increíble ki del Dragón de una estrella. Pero ni siquiera ellos pueden hacer mayor cosa frente al monstruoso enemigo; es por ello que los tres saiya-jin deciden entrgarle toda su energía a Gokú mientras Ub "entretiene" al dragón (a este pobre sí le tocan los peores trabajos...). Esto se hace y Gokú recupera al fin toda su energía; y jura vengarse de lo sufrido. El saiya-jin se va con todo, y ahora es él quien domina al antojo la batalla; el Dragón de una estrella no puede defenderse y está siendo verdaderamente apaleado por Gokú; quien después de varios y variados ataques, se decide en acabar de una vez por todas con el enemigo. Pero el dragón todavía tiene un as bajo la manga; y controlando las seis esferas que tiene Gokú, las absorbe; su ki aumenta de manera asombrosa y de nuevo el poder de Gokú vuelve a ser muy inferior respecto al suyo. La pelea recomienza y el monstruo está otra vez vapuleando al saiya-jin. Pero cuando éste pareciera ya haber jugado todas sus oportunidades y está a merced del monstruo, aparece aquél que todavía podría ayudarlo: ¡Vegeta! El príncipe saiya-jin ha llegado al lugar; y sin decir más ni más, se transforma en Super Saiya-jin 4 gracias a la máquina aquella que Bulma construyó en el planeta Tsufuru. Mas esa no es su idea (ya que ni convertido en Super Saiya-jin 4 podría hacerle frente al nuevo poder del dragón); y le propone a Gokú hacer la técnica de la fusión (sí, la misma que hacían Goten y Trunks cuando chicos); Gokú por supuesto que acepta y de la fusión surge el más poderoso guerrero que jamás haya existido en el universo: Gogeta (GOkú + VeGETA).

Gogeta, transformado en Super Saiya-jin 4, ataca al Dragón de una estrella; el cual a pesar de su nuevo ki gracias a las esferas, no puede hacer nada frente al poderoso saiya-jin fusionado. Éste está literalmente masacrándolo y sus increíbles técnicas (una excelente combinación entre las de Gokú y las de Vegeta) están volviendo polvo al monstruo. Pero Gogeta sigue jugando con el dragón en vez de rematarlo y cuando por fin se disponía a dar el golpe de gracia, el tiempo de la fusión se acaba inesperadamente antes de los treinta minutos "reglamentarios" (esto porque la fusión en fase 4 demanda mucha energía). Los saiya-jin intentan repetir la fusión, pero Gokú ha perdido tanta energía en las batallas que no puede mantener su estado de Super Saiya-jin 4; por lo que la fusión no puede realizarse (acordémonos que ésta se debe hacer con dos personas de estatura y ki similar). No obstante no todo ha salido mal, ya que antes que la fusión terminara lograron hacerle expulsar al monstruo la esfera de cuatro estrellas de su cuerpo (disminuyendo, por consiguiente, su poder). Entonces Gokú decide tragarse dicha esfera, ya que así el dragón no podría volverla absorber y todavía tendrían una luz de esperanza. Pero antes la sorpresa de todos la esfera sale por sí sola del cuerpo del saiya-jin y de ella aparece ¡el Dragón de cuatro estrellas!. Éste engaña a su "ex-jefe" haciéndole creer que está de su lado; pero inmediatamente el monstruo se descuida, lo ataca. Sin embargo todo es en vano ya que el poder del Dragón de una estrella sigue siendo superior y lo vuelve a derrotar, reabsorbiendo la esfera de cuatro estrellas; con lo que de nuevo alcanza su máximo poder; y ataca de tal manera a Gokú que lo deja tirado en el suelo. Ahora sí nada parece quedar; nadie puede enfrentársele de tú a tú a semejante monstruo. Pero no. Todavía queda una posibilidad, una remota posibilidad; sí, es la Genikidama. Gokú aprovecha que el Dragón de una estrella cree haber acabado con él; y sigilosamente comienza a reunir la energía necesaria (que tiene que ser muchísima). Mientras tanto, Vegeta se ofrece (igual a como sucedió contra Majin Bu) a enfrentársele al monstruo para así ganar un poco de tiempo, a sabiendas que no es rival para él; y por supuesto está siendo golpeado brutalmente. Pero cuando el dragón parecía estar listo para rematar al príncipe saiya-jin, Gokú el advierte que es su fin; sí, gracias a todos los habitantes de la Tierra y de todos los planetas que ha visitado, ha conseguido reunir una cantidad increíble de energía vital; y utilizando las pocas fuerzas que le quedan, le lanza la Genkidama al monstruo. El Dragón de una estrella es impotante ante semejante ataque lleno de amor, justicia y bondad del universo (ahh...) y no consigue detenerlo. Y ante la felicidad de los presentes, es totalmente destruído por la bola de energía... Los Dragones Negros han sido derrotados; y Gokú y la Tierra han ganado la batalla final.