Dragon Ball Club
DB Z GT!  
 
  Saga de Bebi 02-05-2025 17:21 (UTC)
   
 

Diez años; sí, ya han pasado diez años desde que Gokú decidió convertirse en maestro de Ub, un pequeño niño en ese entonces, que resultó ser la reencarnación de Majin Bu; que por un anhelo de Gokú reencarnó en un humilde y bondadoso humano. Y precisamente hoy se cumplen los diez años de plazo que se dieron para entrenar. En la plataforma celeste, Kami-Sama (Dende) y Mr Popo han adecuado un lugar para que ambos luchadores puedan realizar así un combate de despedida. Tanto Gokú como Ub muestran sus mejores técnicas; pero a pesar de que el ki del joven es grandísimo, el saiya-jin no tiene límites y termina venciendo a su alumno con un poderoso Kame-Hame-Ha. Gokú felicita a Ub por su excelente nivel; el cual le agradece por todo lo aprendido y se despide de su maestro, yéndose a toda velocidad hacia su hogar. Pero el saiya-jin también extraña lo suyo, y se dispone a irse ya que toda su familia lo debe esperar con ansia. Sin embargo Gokú y Ub no son los únicos "extraños" que están en el templo. Pilaf (sí aquel inútil emperadorcillo al que Gokú derrotó n-veces cuando chico) está allí buscando con ansias unas tales "esferas negras" con las que sí podrá cumplir su añejo deseo de ser el rey del mundo. El enano las encontró arrumadas en una habitación y ha llamado al dios dragón, el cual por cierto es distinto (rojo y más grande) al Shen Long que conocemos. Pero cuando Pilaf se disponía a pedir su deseo aparece Gokú, quien al ver un extraño resplandor fue a investigar que era lo que ocurría; sin embargo, el saiya-jin no se ha dado cuenta que es lo que está pasando, ya que él no tiene ni idea de la existencia de esas esferas negras. Entonces Pilaf tiene una malévola idea y pide que Gokú vuelva a ser pequeño para poder derrotarlo. El dios dragón cumple el deseo y el cuerpo de Gokú empieza a encogerse hasta que queda del ¡tamaño de un niño! El emperadorcillo está emocionado ya que cree que el ahora otra vez niño no le causaría problemas en ese estado; e inmediatamente le pide al dios dragón que cumpla su deseo de conquistar el mundo; pero cuál será su desilución al ver que el dragón dice que sólo puede cumplir un deseo y se despide, volviendo a las esferas y dispersándose. Pilaf, al ver que de nuevo nada le salió bien, ni siquiera con la transformación de Gokú (aún con ese cuerpo, lo derrotaría con el dedo meñique), huye despavorido del templo.

Pero aclaremos antes qué son estas extrañas esferas negras y por qué estuvieron ocultas tanto tiempo. Ellas fueron las primeras esferas creadas por el antiguo Kami-Sama hace muchísimos años, antes incluso que asumiera dicho rol (es por ello que nadie en la Tierra sabía de su existencia; sólo Kaio-Sama en el otro mundo). En ese tiempo el viejo Kami-Sama y su parte malvada (Picoro Daimacu) todavía eran una sola persona. Fue por ello que cuando creó esas esferas, éstas salieron defectuosas al contener maldad en su interior. Entonces prefirió esconderlas y no utilizarlas jamás, ya que tenían un incoveniente tan terrible que lo obligó a nunca querer usarlas. Y éste es que si las esferas no son recuperadas y devueltas al lugar en donde se pidió el deseo (en este caso, la Tierra) en un plazo de un año, el lugar en cuestión ¡explotará al cabo de ese tiempo! Gokú, ya en su hogar (a la pobre Milk casi le da un infarto al verlo), al principio no parece preocuparle mucho su nuevo estado (es bueno aclarar que aunque su cuerpo sea de niño, su personalidad sigue siendo la de un "adulto"; entre comillas, por supuesto...) y casi que admite que se quedará así. Sin embargo, al enterarse de toda la historia de las recién conocidas esferas y de que el destino de la Tierra está en juego, Gokú tiene que cambiar planes y decide emprender una una nueva (o reeditada) aventura: buscar las esferas negras por todo el cosmos; sí, por todo el unvierso, ya que otra particularidad de estas esferas es que al dispersarse lo hacen por todo el universo..

Los preparativos para la salida son realizados casi que de inmediato. Pero Gokú no puede ir solo a semejante travesía. Es por ello que se resuelve que Goten y Trunks lo acompañen; esto por recomendación del propio Vegeta, que los obliga a ir ya que no quiere que unos saiya-jin adultos como son ambos se desperdicien en cosas como las chicas (Goten) o el trabajo (Trunks). Todo está dado para la partida; mas la salida es demorada por Goten, que está en cita con su novia y apenas se está despidiendo de ella (estos hombres...); Gokú y Trunks deciden esperarlo en la nave y la abordan. Pero cual será la sorpresa de ambos cuando se dan cuenta que hay un intruso en la nave; y el intruso es nada más y nada menos que la nieta de Gokú, Pan; ella ya se ha sentido excluída todos estos días porque aunque ya es una jovencita (tiene catorce años), nadie la ha tenido en cuenta para lo que está sucediendo; fue por ello que ha tomado la desición de reemplazar a su tío en el viaje al ser lo suficientemente grande (o eso cree ella) para participar de esta aventura. La chica oprime el botón de despegue y antes de que puedan decir "paranguaricutirimicuarolina", los tres están en el espacio exterior.

Obviamente Gokú pero sobretodo Trunks no están de acuerdo con que la niña los haya engañado y se haya "colado" en el viaje, e incluso consideran la posibilidad de volver a la Tierra a dejar a la niña; pero Pan termina por convencerlos y los dos le dan permiso para quedarse con ellos y continuar la travesía. Sin embargo la tranquilidad dura poco, ya que recién iniciado el viaje la nave sufre un desperfecto (a causa de Pan) y tienen que aterrizar de emergencia en un extraño planeta llamado Imega. Y allí las cosas se complican aún más ya que debido a una torpeza de Trunks, un pequeño robot parlanchín que estaba en el lugar se engulle (literalmente) el radar del dragón; el saiya-jin logra atrapar al mini-robot, pero aún así éste no parece estar en condiciones de devolvérselo. Y para completar, su nave es retenida por los sirvientes del amo del planeta, un dictador terrateniente que sólo está interesado en el capital a costa del proletariado (típica jerga sindicalista). De todas maneras Gokú derrota sin mayor esfuerzo al tirano; el cual les devuelve su transporte y promete no volver a oprimir al pueblo e instaurar la democracia (con que Gokú nos salió hasta político y revolucionario...). Trunks logra arreglar la nave y después del pequeño contratiempo consiguen ahora sí, emprender la búsqueda de las esferas.

Giru, Trunks, Pan y GokúY hablando de buscar, ¿cómo van a encotrarlas si el robot aquel se comió el radar? Pues con la ayuda del mismo robot. Resulta que éste tiene la capacidad de "asumir" y adaptar como parte de sí las cosas que traga, por lo que el radar quedó "incorporado" a su cuerpo; ah, por cierto; al mini-robot le pusieron de nombre Giru, ya que constantemente está diciendo "giru, giru, giru...". Bueno, basta de charla y pogámonos serios. Los muchachos encuentran la primera esfera (la de cuatro estrellas) en un planeta estilo "Tierra de gigantes", en ¡la muela de uno de ellos!; y ubican rápidamente la segunda, la cual está en un planeta donde un monstruo aterrorizaba a la población con el propósito de casarse con una chica del lugar. Pero el tal monstruo era un farsante y lo derrotaron fácilmente. Los aldeanos, en compensación por los favores recibidos, le deciden entregar a los muchachos la esfera de seis estrellas. Pero la dicha les dura poco, ya que la esfera les es robada por unos raros y graciosos soldados, quienes trabajaban para un tal Doll Taky. Este tipo estaba a cargo de una extraña secta religiosa que no era más que un montaje para reunir la energía suficiente con la que el "dios" de la secta (Rudo es su nombre) despertara; y digo "dios", porque el tal Rudo no es ninguna deidad, sino un gigantesca máquina mutante. Después de mil y un problemas en los que tuvieron que derrotar a sacerdotes, látigos que se transforman en monstruos, etc, Gokú y Pan (quien por cierto estaba convertida en muñeca en el interior del robot, ya que así es como éste absorbía energía) logran acabar con Rudo, recuperar la esfera y salir sanos y salvos del planeta.

No obstante los problemas recién comienzan. Los muchachos se enteran que Doll Taky (que es un debilucho y afeminado papanatas) no es quien ha estado detrás de lo acontecido; ya que éste es un simple lacayo del doctor Myu, un poderoso ciéntifico cuya ambición es conquistar el universo. Éste fue quien al parecer creó a Rudo, inventó la farsa de su "religión" y puso a Doll Taky a cargo; y quien en verdad anda buscando las esferas para poder así realizar más fácilmente su malhado anhelo. Pero ellos no tienen tiempo de preocuparse por enemigos lejanos y continúan rastreándo esferas. Y ya estaban en camino de la cuarta (sí, la cuarta; ya que encontraron otra en un planeta desértico) cuando se aproximan al planeta M2, el planeta "natal" de Giru. Entonces el robot logra convencer a Trunks para que antes de continuar la búsqueda hagan una pequeña escala allí y aprovechen para recargar provisiones. Sin embargo la cosa no va a ser tan sencilla ya que en M2 se encuentra el más poderoso secuaz del doctor Myu, el general Rildo; lo que extrañamente no desconoce Giru. Es más, tal parece que Giru y Rildo se han comunicado; y aún peor, éste afirma que el robot hizo un buen trabajo al llevar a los muchachos a su planeta; porque el mismísimo doctor Myu quiere que los tres saiya-jin sean capturados y le sean entregados con vida, ya que quiere realizar con ellos unos extraños experimentos... La nave aterriza en M2 y los saiya-jin descienden (desconociendo obviamente la relación entre Giru y sus enemigos). Y como era de esperarse por lo visto aneriormente, el robot les tiende una trampa y permite que atrapen a Gokú y a Trunks; aunque a Pan la dejan libre ya que Giru argumenta que los que en verdad son peligrosos y poderosos son el muchacho y el niño.

Los saiya-jin son llevados al centro de mando del cuartel de Rildo; en donde comienzan a hacerle una serie de pruebas a ambos; y cual será su sorpresa al ver que el poder de ellos excede el límite que pueden registrar sus computadoras; Rildo, al ver esto y para no correr riesgos, piensa en acabar con ellos aprovechando su inconsciencia; pero se detiene al recordar las órdenes de su amo. Y en eso aparece Pan, quien se ha logrado colar en la fortaleza; pero la chica es atacada por la espalda; lo que hace que Gokú, quien está semi-consciente, se despierte completamente y se libere de sus ataduras; despertando también a Trunks y pidiéndole a éste que lleve a Pan a la nave y resguarden las esferas, mientras él se enfrenta a los ayudantes de Rildo, el comando M2. Trunks y Pan obedecen y Gokú se enfrente a dicho comando, a los cuales derrota después de algunos inconvenientes. Sin embargo la cosa se complica aún más ya que Rildo, quien ha visto que sus soldados han sido derrotados, decide tomar cartas en el asunto y enfrentarse él mismo a los saiya-jin; viajando a toda velocidad hacia la nave, en donde ya están Trunks y Pan. Rildo llega al sitio y los amenaza; pero Gokú ha llegado también al lugar y dice que va a enfretársele. Pero Rildo tiene otros planes y le lanza un rayo a Pan; que parecía que la iba a alcanzar, sino es por Trunks que se atraviesa y recibe el impacto. Pero éste en vez de acabar con él, lo ha encerrado en una gigantesca placa de metal; entonces Rildo lo teletransporta a su fortaleza, en donde a su vez será teletransportado al planeta del doctor Myu; quien ansioso debe estar esperando la llegada de sus "conejillos saiya-jin" para llevar a cabo sus experimentos. Pan sale hacia el centro de mando para impedirlo (y de paso recuperar las esferas, que se las habían robado); mientras que Gokú ahora sí va a enfrentársele a Rildo.

La batalla es pareja; pero Rildo al ser un robot mutante (obviamente creado por Myu), puede absorber cualquier elemento metálico; fusionándose con el derrotado comando M2. Pero eso no es todo ya que afirma que él y el planeta M2 son un mismo ente; por lo que él puede absorober cualquier parte del lugar para aumentar su poder. Su ki es ahora asombroso, pero Gokú no se amilana y aumenta también su poder; con lo que la pelea es excelente y ambos resultan bastante malheridos. Pero cuando la batalla estaba en su máximo apogeo, Pan aparece; y aunque no ha podido evitar que Trunks sea teletransportado al planeta del doctor Myu, ha logrado recobrar las esferas (de una manera extraña, ya que aparecieron "mágicamente" al lado de ella). Pero Rildo aprovecha el descuido de abuelo y nieta, y logra capturarlos a ambos; para luego teletransportarlos al planeta del doctor Myu. Ya allí, todo parece ser el fin porque Myu ha comenzado a hacer con ellos una serie de experimentos con los que podrá aprovechar todo el poder saiya-jin y utilizarlo para sus planes. Pero cual será su sorpresa al ver que Giru, quien también ha llegado al planeta, libera a Pan y a Gokú de su encierro, aduciendo que lo de su "traición" fue un engaño y que siempre se ha mantenido al lado de los saiya-jin (él fue quien le devolvió las esferas a Pan). No obstante, el doctor Myu todavía tenía la placa metálica de Trunks y los chantajea con ella. Y en eso estaban cuando la placa cae al piso y estalla en mil pedazos; todos creen que Trunks ha muerto pero, ¡oh sorpresa!, de unas escaleras aparece caminando tranquilamente el saiya-jin de cabello morado. Éste comenta que él y Giru habían calculado fríamente todo lo que había sucedido desde que avistaron el planeta M2, ya que todo fue un plan montado por ellos para poder descubrir la guarida secreta de Myu y arruinar sus planes; fue por ello que Trunks se había dejado capturar a propósito y con ayuda de Giru habían mandado una placa falsa como señuelo, mientras él se adentraba secretamente en el, hasta ese momento, recóndito e inexpugnable cuartel general de Myu y descubrir su plan secreto para el cual requería tan urgente a los saiya-jin: un extraño ser mutante llamado Bebi. Trunks afirma que él ha logrado "hackear" e introducirle un virus con el que ha parado su crecimiento (ahora tiene la forma de un niño); y así impedido una amenaza que pudo ser mayor. Pero mientras los muchachos celebraban y Myu se quería volver chango (clásica frase "homerosimpsoniana") por sus arruinados planes, una poderosa explosión revela un hecho terrorífico: Bebi ha despertado.

Trunks no entiende que ha pasado, ya que él está seguro de que Bebi no podría haber despertado; mas Bebi ha despertadosí lo hizo y aún cuando pareciera un inofensivo chico, afirma que a como de lugar acabará con los "malditos saiya-jin". Pero los malditos saiya-jin no se van a dejar acabar así como así, y los tres lanzan un poderoso ataque que a no deja rastro alguno de Bebi; el doctor Myu, que se había ilusionado con el despertar del bio-mutante pero al ver que esta vez sí parece haber sido destruído para siempre, huye rápidamente del lugar antes de que Gokú y los otros lo capturen; jurando que se vengará. Sin embargo ellos no tienen muchas ganas de perseguirlo ya que la verdadera amenaza era Bebi y no Myu; y prefieren ahora sí, continuar la tan accidentada búsqueda. Pero sucede algo que ellos no esperaban (ni se imaginan): Bebi ha sobrevivido. Lo que sucedió fue que antes de ser destruído logró introducirse en el cuerpo del doctor Myu, esto debido a que su cuerpo está compuesto por una especie de metal mutante, pudiendo así sobrevivir a casi cualquier ataque e introducirse y controlar a cualquier ser. Allí es cuando nos damos cuenta que Bebi es el verdadero cerebro detrás de todo lo que ha sucedido; él ha estado controlando y utilizando a Myu todo éste tiempo y los tan mentados planes del doctor de conquistar el universo no son más que sus propios planes. Myu no quiere creer que sólo ha salido una marioneta para los planes de su supuesta "creación", pero que mejor confirmación que ¡morir! Pero la cosa no para allí; la razón por la que Myu y Bebi conocían de antemano a los saiya-jin es porque éste último es el único sobreviviente de la raza tsufuru-jin; sí, la raza que cohabitaba el planeta Vejita con los saiya-jin y que fueron aniquilados por estos hace muchísimos años; es por ello que Bebi quiere acabar con esos "odiosos monos" a toda costa...

Gokú y los demás, ajenos a todo esto, encuentran la cuarta esfera en una nave espacial que se dirigía inexorablemente hacia una estrella. Pero la esfera no es lo único que salvan ya que logran rescatar a un pequeño niño que también estaba en la nave; sin embargo el pequeño está malherido y los muchachos deciden hacer de buenos samaritanos, llevando al niño a un planeta cercano llamado Pital, en donde lo atenderían en un hospital (entienden o lo explico...). Pero la buena acción termina mal, ya que Bebi ha estado poseyendo al niño todo este tiempo, "trasladándose" luego al cuerpo de un médico del lugar; para así absorber la energía de los saiya-jin sin que ellos se dieran cuenta. Sin embargo ellos no tienen un pelo de tontos (bueno, Gokú un poquito...) y gracias a su ki se habían dado cuenta de su presencia en dicho planeta. El bio-mutante, ya en su forma original, decide enfrentarlos; pero aún así su poder sigue siendo inferior y logran derrotarlo; pero cuando iban a acabarlo, Bebi logra introducirse en el cuerpo de Trunks; y la cosa se complica ya que si el monstruo logra controlar los poderes del saiya-jin, ahí sí que estarían en problemas. Pero él no contaba con que Trunks le opondría resistencia desde su interior y lo logra expulsar de su cuerpo. Bebi comprende al fin que no está todavía en condiciones de vencer a los saiya-jin; y utilizando una técnica "estilo Taio-ken" logra huír de ese planeta adentrándose en el cuerpo de una señora que se disponía a viajar, adivinen hacia donde, a la Tierra.

Ya allí, el monstruo no tarda mucho en encontrar a un saiya-jin, en este caso a Goten. Bebi, quien al introducirse en el cuerpo de otros va a su vez absorbiendo energía, le exige al saiya-jin que peleen; éste no entiende mucho que sucede pero se le enfrenta. Y después de una pequeña batalla y aprovechando un descuido del muchacho, Bebi logra introducirse en su cuerpo. Sin embargo el tsufuru-jin no planea quedarse mucho tiempo en el cuerpo de Goten; él quiere para sí el cuerpo del príncipe saiya-jin; sí, el de Vegeta. Es por ello que decide buscarlo; pero no lo encuentra aunque al que sí le "echa el ojo" es a Gohan; al que considera más fuerte que Goten y un mejor "hogar provisional". Bebi reta a Gohan, el cual inmediatamente se da cuenta que el que está frente a él no es su hermano y que alguien lo está controlando; por lo que acepta luchar. La batalla es excelente; pero la ventaja la tiene Bebi ya que Gohan no se atreve a utilizar todo su poder por el riesgo de herir a su hermano menor; lo que aprovecha Bebi para abandonar el cuerpo de Goten e introducirse en el de Gohan. Ahora ni siquiera Picoro, que ha llegado al sitio a enfrentar la amenaza, puede hacerle frente; y el monstruo (en el cuerpo de su discípulo) lo derrota de un sólo ataque. Pero la cosa no para ahí ya que momentos después aparece Vegeta, el cual por cierto no había aparecido antes porque ¡estaba llevando de compras a su hija Bura! (Dios mío, los hijos sí pueden hacer cambiar a cualquiera...); Bebi sale a hacerle frente y Vegeta logra darse cuenta que es un tsufuru-jin quien está controlando el cuerpo de Gohan; por lo que le hace mofa recordándole el sangriento pasado común de sus dos razas; lo que le hace dar aún más furia a Bebi. El enfrentamiento comienza y aunque Bebi ya controla a la perfección los poderes de un saiya-jin, no pareciera ser superior a Vegeta. Es entonces cuando aparece Goten, quien ante los ojos estupefactos del príncipe saiya-jin (y de todos), se alía a Bebi y ataca a Vegeta (ahí es cuando nos enteramos que cuando Bebi se introduce en el cuerpo de una persona, deja en él una especie de huevecillo tsufuru-jin que hace que la persona se vuelva su sirviente a pesar de que él ya no esté en su cuerpo). Y como era de esperarse, Vegeta está en inferioridad de condiciones ante los poderosos ataques de Bebi y Goten; y comete el error de transformarse en Super Saiya-jin (ahí es cuando bajan la guardia), lo que aprovecha Bebi para inmediatamente introducirse en su cuerpo. El saiya-jin intenta resistirse pero es impotente ante el bio-mutante. Bebi ha controlado a Vegeta.

Han pasado unos pocos días y al fin Gokú, Trunks y Pan han recolectado las siete esferas del dragón, y se dirigen a la Tierra. Todos andan en una felicidad bárbara, pero aún así sienten extrañeza porque hace tiempo que le perdieron el rastro a Bebi y éste no se pudo haber quedado con los brazos cruzados. Arrivan a la plataforma celeste y por recomendación de Kami-Sama dejan las esferas en el templo ya que el plazo del año está muy cerca (obviamente no pudieron pedir el deseo de volver a la normalidad a Gokú). Todos se despiden y vuelven a sus hogares para encontrarse una terrible noticia; Bebi ha llegado al planeta y ha logrado infectar con su huevecillo a ¡todos los seres de la Tierra! Gokú, ya sin ningún aliado (todos los guerreros están ahora bajo órdenes de Bebi), no tiene más remedio que aceptar un duelo entre él y el bio-mutante (controlando a Vegeta, por supuesto). Gokú, transformado en Super Saiya-jin 3, ataca a Bebi; pero sus golpes y técnicas no le hace ni cosquillas a su rival (ya que con el cuerpo de niño no puede controlar todo su ki); que le devuelve todos los ataques y lo dejan muy malherido. Pero Gokú no se rinde y vuelve a la carga; lo que hace enfadar a Bebi que les exige a todos sus súbditos saiya-jin (Gohan, Goten, Bura y Trunks; sí, también Trunks ya que una vez llegó a su casa el huevecillo que Bebi le había introducido en el planeta Pital hizo efecto) que le entreguen toda su energía; estos lo hacen y Bebi comienza a sufrir una transformación; ahora su cuerpo ha dejado de tener la forma del de Vegeta, pareciendo más una fusión entre éste y el suyo original; ha alcanzado el nivel máximo y su poder es terrible. Gokú, que si antes no tenía mayor opción, ahora con la nueva transformación de Bebi no tiene nada que hacer, y se resigna ante su inminente muerte. Entonces Bebi decide acabar de una vez por todas con el "último" saiya-jin y le lanza su máximo ataque, "la bola del rencor" (un ataque muy similar a la Genkidama sino que está lleno de enrgía maligna). La gigantesca bola de en el blanco y de la tremenda explosión no quedan signos de Gokú.

Bebi, feliz por haber acabado con el "monstruo" que tanto odiaba, decide llevar a cabo su verdadero plan: reconstruir con los ex-terrícolas la raza tsufuru-jin (fue por ello que los convirtió a todos en sus lacayos). Pero él quiere que su hogar sea exactamente igual al antiguo planeta Tsufuru. Es por ello que le ordena a Kami-Sama (que también está controlado por el malvado; ni siquiera el dios del planeta se salvó...) que le entregue las esferas negras e invocando al dios dragón, le pide que reconstruya al planeta Tsufuru; lo cual le es cumplido. Entonces y gracias a una gigantesca nave espacial, comienza el éxodo de "tsufuru-jin" terrícolas hacia el nuevo planeta (que por cierto no está muy lejos; ambos planetas se ven como satélites del otro). ¿Pero en verdad todos los seres de la Tierra han sido controlados por Bebi? No; ya que antes que la batalla entre Gokú y Bebi comenzara, Mr Bu había logrado salvar en su interior a Mr Satán y a Pan; evitando así que estos fueran Bebi derrota a Ubinfectados por el bio-mutante. La chica, acongojada por la muerte de su abuelo Gokú, decide tomar cartas en el asunto y vengarlo (convencida la pobre...); con lo que los tres se logran "colar" en la nave con destino a Tsufuru. Sin embargo sus planes son descubiertos y está a punto de ser aniquilada ¡por su propia familia! Pero es cuando aparece Ub, quien a pesar de haber sido infectado por Bebi, ha logrado liberarse ante la ira de saber a su maestro muerto a manos del monstruo; y se le enfrenta. Pero como era de esperarse, los poderes de Ub no se comparan con los de bio-mutante, que le lanza un ataque que fácilmente hubiera acabado con el muchacho. Bebi se va del sitio creyendo que el entrometido ha muerto; pero no es así. Ub ha sobrevivido gracias a la intervención de Mr Bu. Y es entonces cuando el gordinflón rosado decide jugarse lo que cree es la última carta, y se fusiona con Ub; volviendo por fin a ser un único guerrero.

El nuevo poder de Ub es asombroso (incluso para él mismo) y decide ir a acabar con Bebi de una vez por todas. Y en cierto momento pareciera que Ub podría ganar ya que está lanzando unos ataques increíbles; mas Bebi todavía tiene mucho ki por explotar, y devolviéndole un ataque a Ub lo convierte a éste en un chocolate (sí, el clásico poder de Majin Bu) y se lo come. Pan ahora sí cree que todo está perdido, ya que no queda nadie que puede luchar contra el monstruo; pero todavía existe alguien que puede enfrentársele: sí, adivinaron; es ¡Son Gokú!. El saiya-jin logró sobrevivir al ataque de Bebi gracias al Supremo Kaio-Sama que lo teletransportó antes que la bola del rencor lo golpeara; y depués de mil y una peripecias (en donde hasta le tocó que jugar un "juego de la oca" en una extraña dimensión paralela) logró llegar al Planeta Supremo; ya allí, y por recomendación del Ancestro Kaio-Sama, tuvo que iniciar un mini-entrenamiento (si es que moler café o volar mientras se es halado por una pinza, pueden llamarse entrenamiento) con el que logró hacer que su cola (sí, su cola) volviera a crecer. Gokú ha llegado al planeta Tsufuru y le jura a Bebi que lo derrotará gracias al nuevo poder adquirido por su cola. La verdadera batalla por fin va a comenzar.

Gokú se transforma inmediatamente en Super Saiya-jin 3, y ataca a Bebi; pero en contra de lo que esperaban, la cola no ha producido una diferencia sustancial en su ki; el cual sigue siendo inferior al del tsufuru-jin. El saiya-jin lanza sus mejores ataques, pero el bio-mutante está casi que jugando y comienza a golpear fuertemente a Gokú. El saiya-jin no puede hacer nada y queda bocarriba a mercer de Bebi. Pero es entonces cuando observa a la Tierra y sucede lo inesperado; los rayos reflejados por nuestro planeta hacen que gracias a su cola Gokú se transforme en un simio gigante (aunque a diferencia de cuando era niño, su color es dorado; esto debido a la capacidad de convertirse en Super Saiya-jin). Su ki ha aumentado y de un garrazo derriba a Bebi. Pero acordémonos que Gokú nunca entrenó esta transformación y sigue siendo completamente irracional; con lo que comienza a destruír absolutamente todo a su paso, despreocupándose por su verdadero objetivo: Bebi (quien cómo no es tonto, logra escabullirse). Pan, que ha estado viendo todo lo sucedido, intenta razonar con el Super Simio-Gokú; pero éste razona con los golpes, y la deja casi inconsciente. Pero es entonces cuando, gracias a los recuerdos que le trae una pequeña foto que guardaba la chica y la energía de su amada Tierra, comienza a sufrir una nueva transformación, en la que libera todo su poder escondido. Ahora su tamaño es normal; pero sólo eso lo es; su cabello es negro y largo y su pecho está cubierto de un forraje de pelo rojo; además, su ki se ha incrementado de manera inconcebible; ¡Gokú se ha transformado en Super Saiya-jin 4!

El saiya-jin, quien con su nueva y máxima transformación ha vuelto ha ser el de antes, sale como un rayo a buscar a Bebi. Éste, asombrado y asustado por el ki de su enemigo, lo ataca; pero todo es en vano porque Gokú lo esquiva con extrema facilidad; ni siquiera una bola del rencor puede hacerle un rasguñito, todo lo contrario a los ataques de Gokú que son totalmente  efectivos y lo están masacrando a Bebi. Sin embargo el bio-mutante todavía tiene una carta que ni siquiera él esperaba; Bulma ha construído una máquina que amplifica los rayos reflejados de una manera tal que no es necesario tener cola para que un Super Simio-Bebisaiya-jin se transforme en mono; la acomedida mujer proyecta los rayos de la Tierra sobre Bebi, el cual se transforma inmeditamente en el simio dorado (aunque como sucedía con Vegeta, él si es racional en ese estado). Y ahora es Bebi quien cuenta con la ventaja y está derrotando a Gokú, quien a pesar de su nuevo estado no parece tener el poder suficiente para contrarrestar la fuerza del Super Simio-Bebi. Es entonces cuando se la juega toda y con la poca energía que le queda prepara un Kame-Hame-Ha aumentado diez veces y se lo lanza al simio; el cual también lanza su poderoso ataque, quedando ambos inconscientes. Pero Bulma vuelve a intervenir y enfoca los rayos reflejados de la Tierra sobre Bebi, los cuales le recuperan totalmente su energía. El monstruo se dispone ahora sí a acabar con Gokú, el cual a pesar de haberse levantado, no tiene energía para enfrentársele.

Bebi está golpeando cruelmente a Gokú, quien no puede hacer absolutamente nada; incluso Pan se mete a la pelea, aunque lo que hace es que el simio se enfoque contra ella. Pero cuando el monstruo la iba a rematar un poderoso rayo de energía se lo impide; y el origen del ataque es nada más y nada menos que Trunks, ya liberado de los influjos de Bebi gracias al agua Ultra Sagrada traída desde la Tierra por el Supremo Kaio-Sama . Sin embargo su poder no es comparable con el del tsufuru-jin y es golpeado fuertemente. En eso aparecen Goten y Gohan, también sanos, y entre los tres deciden enfrentársele a Bebi; pero Gokú les dice que ni siquiera los tres juntos podrían acabar con él. Es por ello que les comenta que la única forma es que le entreguen toda la energía que tengan para que él se recupere y esté apto para continuar la lucha. Los muchachos aceptan y transformándose en Super Saiya-jin le entregan todo su ki a Gokú (hasta Pan colaboró; bueno, ella al fin de cuentas Gokú SSJ4 contra Bebitambién es saiya-jin...). Bebi intenta impedirlo pero ya es demasiado tarde y el Super Saiya-jin 4 está otra vez con todas sus capacidades. La pelea recomienza y de nuevo no parece haber ganador ya que tanto Bebi como Gokú están luchando con todo lo que tienen. Es entonces cuando Bebi, aprovechando una distracción creada, logra lanzarle una gigantesca bola del rencor a Gokú; el cual pareciera no poder contenerla. Pero alentado por los recuerdos de su niñez, la disipa. Entonces prepara un Kame-Hame-Ha 10 y lo lanza con toda su fuerza; Bebi, completamente exhausto, no puede evitarlo y el ataque impacta en él; dejándolo inconsciente en el suelo. Entonces Gokú parece preparar el ataque final para rematarlo, pero no es así; lo que hace es cortarle la cola al simio, quien empieza a decrecer. Bebi entonces se da cuenta que cuando el cuerpo de Vegeta se transformó en simio, el suyo también aumentó; por lo que al Vegeta volver a la normalidad no podría caber en dicho cuerpo; lo que lo obliga a salir con su forma original. El tsufuru-jin huye despavorido al ver que nunca podría con los saiya-jin en ese estado; sin embargo a Gokú pareciera no importarle y el bio-mutante se logra montar en una nave espacial y sale del planeta con rumbo desconocido. Y es ahí cuando entra en acción Gokú, quien estaba esperando que sucediera esto; entonces lanza su poderoso Kame-Hame-Ha 10 que, a una velocidad y fuerza increíble, impacta en la nave de Bebi; dirigiéndola hacia el sol, en donde la energía de éste junto con el poder del Kame-Hame-Ha desintegran por completo al monstruo. Bebi, al fin, ha muerto.

Después de la terrible batalla, todos los habitantes de la Tierra son vueltos a la normalidad gracias al agua Ultra Sagrada. Todos andan felices y contentos; pero sucede algo que no esperaban: la Tierra comienza a colapsar, esto debido a que como Bebi utilizó las esferas negras, el plazo del año siguió contando y sólo faltaban dos semanas para tan fatídica fecha. Es por ello que deciden trasladar a toda la gente que queda en el planeta hacia Tsufuru, y luego del inevitable estallido; pedirle a las esferas de Nuevo Namekusei que el planeta sea reconstruído. El día D llega y la Tierra explota; pero lamentablmente sí hubo un muerto, aunque fue por voluntad propia. Fue Picoro, quien decidió sacrificar su vida ya que de esa manera las peligrosas y en parte maléficas esferas negras desaparecerían para siempre (acordémonos que fueron creadas por el antiguo Kami-Sama, por lo que si Picoro seguía con vida las esferas también existirían). Todos lamentan la muerte del gran guerrero (sobretodo Gohan) pero la aceptan ya que fue una decisión sabia, como todas las de Picoro. Finalmente el deseo es pedido y la Tierra y sus habitantes vuelven a la normalidad. El tiempo pasa y en la Tierra se realiza un nuevo Torneo de las Artes Marciales (en mis cuentas, es el 32°). Gokú, quien por su estatura no pudo entrar al torneo de adultos, ha terminado ¡en segundo lugar!, no por las cualidades de su contrincante sino por uno de sus clásicos descuidos. Y en el torneo de mayores Pan se ha retirado (a pesar de que es una clara favorita) ya que no quiere convertirse en sucesora de su abuelo Mr Satán. A la final llega un peleador secreto llamado Papaya Man (quien es nada más y nada menos que Ub); el cual a pesar de haber podido ganar fácilmente, casi que se deja vencer por Satán (esto por un pedido interior de Bu); por lo que nuestro querido payaso sigue siendo el peleador N°1 del planeta. Entre nuestros amigos hay felicidad y tranquilidad porque el malvado tsufur-jin ha muerto y aunque las esferas negras han desaparecido, las esferas normales siguen existiendo. Pero estas esferas han comenzado ha sufrir unos extraños cambios que nadie ha advertido...

 
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